El mundo está siempre próximo a una catástrofe. Pero ahora parece estar más próximo. Al

ver esta catástrofe que se acerca, la mayoría de nosotros busca refugiarse en una idea. Pensamos que esta catástrofe, esta crisis, puede ser resuelta por una ideología. La ideología es siempre un impedimento para la relación directa, lo cual obstaculiza la acción. Queremos paz sólo como una idea, no como un hecho. Deseamos la paz en el nivel verbal, o sea, solamente en el nivel del pensar, aunque lo llamemos orgullosamente el nivel intelectual. Pero la palabra paz no es la paz. Sólo podrá haber paz cuando cese la contusión que generan unos y otros. Estamos apegados al mundo de las ideas y no a la paz. Vamos en busca de nuevos modelos sociales y políticos y no en busca de la paz. Nos ocupamos de conciliar los efectos y no de desechar la causa de la guerra. Esta búsqueda traerá sólo respuestas condicionadas por el pasado. Estas respuestas condicionadas son lo que llamamos conocimiento, experiencia; y los nuevos hechos cambiantes son traducidos, interpretados de acuerdo con este conocimiento. De modo que hay conflicto entre lo que es y la experiencia que ha sido. El pasado, que es conocimiento, debe estar siempre en conflicto con el hecho, el cual se halla siempre en el presente. Así pues, esta búsqueda no resolverá el problema sino que perpetuará las condiciones que han creado el problema.

Jiddu Krishnamurti . El Libro de la Vida .

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