Pero poco a poco, magullamos su felicidad, la destruimos. No podemos tolerar tanta felicidad. El
mundo es muy desdichado y tenemos que prepararles para el mundo. De modo que indirectamente empezamos a indoctrinarles: «El mundo es desdicha. No puedes permitirte ser feliz. La felicidad es solo una esperanza. ¿Cómo puedes ser feliz? ¡No seas tan egoísta! Hay tanta desdicha en todas partes... Ten compasión de los demás, ten consideración.» Poco a poco, al niño empieza a darle la impresión de que ser feliz es una especie de pecado. ¿Cómo puedes ser feliz cuando el mundo es tan desdichado?.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .