Luego dijo: «Tengo las piernas completamente muertas, no siento nada de la cintura para abajo.»
Le pidió a un discípulo que le tocara los pies, que los pellizcara, pero no sintió nada. Dijo: «No las siento, de modo que tengo muerta la mitad del cuerpo, pero estoy tan entero como siempre. No tengo la sensación interna de estar medio muerto, medio vivo; ¡estoy tan vivo como siempre! La mitad de mi cuerpo se ha ido, pero mi ser no está afectado por ello.».
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .