/ JANO: era el dios de las puertas y también de los comienzos, que según
los romanos aseguraba buenos finales. No tiene correspondencia con ningún dios griego. Jano era el rey más antiguo del Lacio, aunque natural de Tesalia. Él mismo formó su propio imperio cuando refinó a los ciudadanos de orillas del Tíber, dándoles ciudades, religión y leyes e inculcándoles el amor a la honestidad y la justicia. Cuando CRONOS fue expulsado de su trono Jano le dio cobijo y a cambio recibió de éste la capacidad de conocer el pasado, el presente y el futuro de todas las cosas. Jano se representa como un joven con varias caras, a veces, incluso cuatro, y ostenta una llave en su mano izquierda, pues inventó las puertas, y un báculo en la derecha para indicar que tenía el poder sobre las rutas y los caminos. Como dios de los comienzos, era el primero en ser invocado en las ceremonias religiosas y también se le dedicó el primer mes en el calendario romano: januarius. Sus templos servían para el desarrollo de ritos relacionados con el comienzo y final de las guerras aunque también se solicitaba su ayuda en todas las tareas domésticas que se pensasen realizar.
Mitología Griega .