Los incapaces de creer en Satanás y en los dognmas de la Iglesia deben recordar
que el clero es lo suficientemente astuto para no comprometer su reputación ocupándose de manifestaciones fraudulentas. Pero uno de los más valiosos testimonios de la realidad de los fenómenos psíquicos es el del famoso pretidigitador Roberto Houdin, quien nombrado perito por la Academia de Ciencias para informar sobre las maravillosas facultades clarividentes que, entremezcladas de ocasionales equivocaciones, demostraban los movimientos de una mesa, dijo: “Los prestidigitadores no nos equivocamos nunca y hasta ahora no ha fallado mi segunda vista”. El distinguido astrónomo Babinet no tuvo mejor fortuna al elegir al célebre ventrílocuo Comte como perito para informar sobre un caso de voces y golpes, pues se echó a reír delante del mismo Babinet por haber éste supuesto que el fenómeno tenía por causa el ventriloquismo inconsciente, hipótesis dignamente gemela de la cerebración inconsciente que, por lo evidentemente absurda, sonrojó a académicos más escépticos. A este propósito dice Gasparín: “Nadie niega la suma importancia y magnitud del problema de lo sobrenatural, según se planteó en la Edad Media y está planteado hoy día... Todo en él es profundamente serio: el mal, el remedio, la recrudescencia de la superstición y el fenómeno físico que ha de extirparla” (7).
H.P. Blavatsky . Isis sin Velo. Tomo 1 .