Los sacerdotes han dañado inmensamente el corazón humano, la consciencia humana. Han puesto en el
hombre esta idea venenosa de que la vida es algo feo. Han estado enseñando a la gente a deshacerse de la vida. Yo enseño a mi gente a entrar más profundamente en ella. Han estado enseñando a librarse de la vida. Yo enseño a hacer que tu vida sea libre. Han estado enseñando cómo finalizar esta vida, y yo enseño cómo entrar en ella para la eternidad, sin cesar, cómo vivir la vida abundantemente, de ahí la controversia. Tiene que existir. Mi visión es justo la opuesta a lo que se ha enseñado en nombre de la religión. Estoy trayendo al mundo una nueva visión de la religión. Ésta es la tentativa más audaz que se ha hecho nunca: aceptar la vida en sus multidimensiones, disfrutarla, celebrarla, regocijarse en ella. Mi camino no es la renuncia, sino el regocijo. Mi camino no es el ayuno, sino el festín. Y ser festivo es ser religioso. Mi definición de la religión es la dimensión festiva. Ningún otro animal puede ser festivo, ningún otro animal sabe nada de fiestas. Las marsopas pueden jugar, los chimpancés pueden jugar, solo el hombre celebra. La celebración es el desarrollo más elevado de la consciencia, la manifestación, el florecimiento más elevado de la Flor Dorada. Yo te enseño celebración. La celebración es mi clave. Y te enseño: celebra tu sexualidad, es un don de Dios; celebra tu cuerpo, es la gracia de Dios. Celebra cada momento que se te ha dado, cada respiración, cada latido del corazón. Es una gran bendición. ¡Vive a Dios ahora mismo! Yo no te ofrezco a Dios como una meta, yo hago que Dios esté disponible para ti ahora mismo, en este mismo momento. Celebra, y estás en Dios. Las viejas religiones eran tristes. Las viejas religiones eran serias. Mi religión es la del juego: todo hay que tomarlo con espíritu de juego. No te tomes la vida seriamente. Es divertida. Y tomártela como una diversión es estar lleno de oración. Entonces no hay ninguna queja, entonces solo hay agradecimiento. La pregunta es importante. Varias cosas serán útiles. Hay personas que son patológicas, y la mente patológica ha dominado en el pasado. Esas personas no pueden disfrutar, no saben disfrutar. Como son incapaces de disfrutar, convierten esto en una gran virtud. No saber disfrutar se convierte en una virtud. Todo el mundo nace con la capacidad de disfrutar, pero no con el arte de hacerlo. La gente piensa que simplemente porque está viva y respira y existe, que ya sabe disfrutar. Eso es una pura estupidez. El disfrute es un gran arte, es una gran disciplina. Es una disciplina tan sutil como la música o la poesía o la pintura. Es la mayor creatividad. Las personas nacen y empiezan a pensar que ya están listas para disfrutar la vida, y no pueden disfrutar porque no saben cómo disfrutarla. Hacen que su vida sea un desbarajuste y, tarde o temprano, cuando la estás desbarajustando, solo hay dos posibilidades. Una es: piensas que estás siendo estúpido con la vida; eso hiere al ego. La otra es que la vida no vale la pena, que la vida es sufrimiento: «No hay alegría en la vida, por eso no la estoy disfrutando. No hay nada de malo en mí. Si hay algo de malo, es en la estructura misma de esta vida.» Éste ha sido el enfoque en el pasado: «Si no puedo ver la luz, entonces la luz no existe», no es que yo esté ciego. «Si no puedo oír el sonido, entonces el sonido no existe», no es que yo esté sordo. Esto ha sido muy, muy útil para el egoísta. Lo intenta, y entonces descubre que no puede disfrutar; al descubrir que no puede disfrutar, empieza a condenar. Empieza a condenar también a los que pueden disfrutar. Se siente celoso, se siente alterado. Debido a sus celos, debido a su alteración, envenena la mente de la gente. Si estás disfrutando, dice: «Mira, sufrirás en el infierno. ¡Lo que haces es un crimen! ¿Estás celebrando, bailando, cantando, amando?» ¿La vida es un castigo para él y tú la estás viviendo como una recompensa? Y estas personas patológicas han dominado en el pasado.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .