Podréis encontrar en las escrituras ese espejo interno en el que deberíamos mirarnos sin cesar;
podréis encontrar en ellas el cuadro fiel de estas regiones tranquilas que habrían debido ser eternamente vuestra morada; encontraréis en ellas esas fuentes vivas que, acumulándose continuamente contra los obje- tos que la iniquidad les opone, no pueden dejar de derribarlos y triunfar sobre ellos; encontraréis en ellas el mayor secreto que se pueda comunicar al hom- bre en este bajo mundo, que consiste en aprender a abrir vuestras propias fa- cultades a esas virtudes benéficas que os rodean y os rebuscan en todo mo- mento y a conseguir así quedar impregnados de una forma más profunda, más universal, de tal modo que, al ser algo habitual esta unión, no salgáis ya de su esfera y os forméis en la tierra una morada celestial y duradera.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .