Pero no nos engañemos. No hemos llegado aquí abajo a esta feliz meta nada más

que para disfrutar de ella durante algunos momentos pasajeros y por un espacio intermedio, en vista de la privación a la que estamos condenados, y no podemos oír de forma constante e ininterrumpida la palabra continua que crea en todo momento. ¿Pero no es lo suficientemente grande esta verdad que podemos conocer desde este mundo, o sea, que el corazón del hombre es la zona que ha elegido la Divinidad para su lugar de reposo y que lo único que pide es venir a ocuparla? ¿No es una verdad muy grande para nosotros saber que Dios no ha elegido semejante lugar de reposo nada más que porque el corazón del hombre es amor, ternura y caridad y porque, por consiguiente, este secreto nos descubre la verdadera naturaleza de nuestro Dios, que consiste en ser eternamente amor, ternura y caridad, sin lo cual no trataría de habitar en nosotros, si no fuese a encontrar estos beneficios indispensables?.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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