Habla Wallace (47) de la “obstinación de los hechos” y, por lo tanto, en los
hechos hemos de apoyarnos para exponer los “milagros” de ayer y los de hoy. Los autores de El Universo invisible han demostrado científicamente la posibilidad de ciertos fenómenos psíquicos mediante la acción del éter universal; y Wallace por su parte ha refutado con estricta lógica las objeciones que Hume, entre otros, levantó contra la posibilidad de dichos fenómenos (48). Crookes ofreció a los escépticos sus experiencias continuadas durante tres años, hasta que se convenció de la verdad por sí mismo. Flammarión, el popular astrónomo francés, añade su testimonio al de Wallace, Crookes y Hare, y corrobora nuestros asertos en el siguiente pasaje: “Tengo la firme convicción, basada en personales experiencias, de que no saben de qué hablan cuantos niegan la posibilidad de los fenómenos magnéticos, sonambúlicos, mediumnímicos y otros no explicados todavía por la ciencia, pues todo científico habituado a la observación puede cerciorarse absolutamente de la realidad de dichos fenómenos, con tal de que su mente no esté velada por el prejuicio ni sumida en el engaño demasiado frecuente de que conocemos todas las leyes de la naturaleza y es imposible trasponer los límites actualmente establecidos”.
H.P. Blavatsky . Isis sin Velo. Tomo 1 .