Entre los colaboradores efectivos de Mundus Subterraneus, Kircher cita a los jesuitas Andrés Schaffer y

Juan Eiffert, así como a los padres Martin Martini, Francisco Dorville, Hyacinthe De Maistres y Felipe Marín, "misioneros de la India a su paso por Roma", "junto a otros muchos franceses, españoles y portugueses". Sería muy ilustrativo poder hacer un listado de los colaboradores de Kircher, que nos daría una idea cabal de la amplitud y seriedad científica de su obra. Mundus Subterraneus tiene la siguiente estructura: se inicia con un prefacio (con tres capítulos, que habían sido escritos en 1660 y que narran el viaje realizado en 1638 y que dio origen a toda la obra). De este ya hemos hablado más arriba. Y le siguen doce libros de los que ya hemos avanzado el contenido. Tras la narración de sus visitas a Strómboli, al Etna, al Vesubio y a las formaciones de fangos hirvientes en Pozzuoli (cerca de Nápoles), el autor reflexiona sobre la formación de los volcanes. Kircher está persuadido desde 1638 de que el interior de la Tierra está ocupado por el fuego y que éste tiene cavidades, grutas y canales que se entrecruzan y ramifican. Esta será la intuición originaria que irá desarrollando a través de sus páginas.

Athanasius Kircher . El Geocosmos .

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