Paz a tus científicas cenizas ¡oh crédulo Salverte! ¿Quién sabe si antes de concluir el

presente siglo la sabiduría popular habrá inventado este nuevo proverbio: “Tan increíblemente crédulo como un científico”. ¿Por qué ha de parecer imposible que una vez separado el espíritu del cuerpo pueda animar una forma imperceptible, creada por la fuerza mágica, psíquica, ecténica o etérea, como quiera llamársela, con el auxilio de entidades elementarias que al efecto proporcionen la sublimada materia de un cuerpo? La única dificultad está en no darse cuenta de que el espacio no está vacío, sino repleto de los arquetipos de cuanto fue, es y será, y poblado de seres pertenecientes a diversas estirpes distintas de la nuestra.

H.P. Blavatsky . Isis sin Velo. Tomo 1 .

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