Es la luz de la conciencia la que torna preciosas, extraordinarias, las cosas. Entonces, las
cosas pequeñas dejan de ser pequeñas. Cuando un hombre consciente, sensible y afectuoso toca un guijarro de la orilla, éste se transforma en un diamante. Y, si tocas un diamante en tu estado de inconciencia, no es más que un guijarro ordinario (ni siquiera eso). La profundidad y el sentido de tu vida serán proporcionales a tu nivel de conciencia.
Osho . El Dios de todos .