La rutina y el hábito constituyen nuestra vida de todos los días. Algunos son conscientes
de sus hábitos, otros no. Si uno llega a darse cuenta de los hábitos el movimiento repetitivo de la mano o de la mente-, puede ponerles fin con relativa facilidad. Pero lo importante en todo esto es comprender, no intelectualmente, el mecanismo de la formación de hábitos que gradualmente destruye o embota todo sentimiento. Este mecanismo es el enorme letargo que forma parte de nuestra herencia, tal como ocurre con la tradición. No queremos que se nos perturbe y es este letargo el que genera la rutina. Una vez que hemos aprendido algo, funcionamos conforme a lo que ya conocemos, añadiendo más a lo ya conocido o modificándolo.
Jiddu Krishnamurti . Encuentro Con la Vida .