Los que hayan comprendido bien las principales ideas bosquejadas en las anteriores páginas, verán que
tales ideas son de por sí la mayor prueba de que la reencarnación es un hecho en la Naturaleza. Es necesaria a fin de que la vasta evolución que implica la frase “evolución del alma”, pueda llevarse a efecto. La única alternativa oponible –dejando a un lado por un momento la idea materialista de que el alma es sólo el conjunto de vibraciones de una clase particular de materia física—es que cada alma sea una creación nueva hecha cuando nace el niño, e impresa con tendencias virtuosas o viciosas, con habilidad o con estupidez, impuestas por el capricho del poder creador.
Annie Besant . La sabiduría antigua .