En segundo lugar, el chela novicio debe añadir la posesión exterior a la dominación interior;
Debe regular sus palabras y sus acciones tan rigurosamente como sus pensamientos. La naturaleza inferior debe obedecer a la inteligencia, como ésta debe obedecer al alma. Los servicios que el discípulo puede prestar en el mundo externo dependen del puro y noble ejemplo que su conducta ofrezca a los hombres, lo mismo que lo que puede hacer en el mundo interno depende de la estabilidad de sus pensamientos. El descuido respecto a esas regiones inferiores de la actividad basta muchas veces para estropear una buena obra. El aspirante deberá esforzarse en ir hacia un ideal perfecto bajo todos conceptos, a fin de que más tarde, cuando huelle el sendero, no tropiece y con ello excite los improperios del enemigo. Ahora bien, como ha hemos dicho, semejante grado de perfección no se exige todavía en ningún punto, pero si el aspirante se conduce con prudencia va siempre hacia la perfección, pues sabe que aun haciéndolo lo mejor quedará siempre por debajo de su ideal.
Annie Besant . La sabiduría antigua .