Uno debería, mirar la punta de su nariz. Pero esto no significa que uno deba

fijar sus pensamientos en la punta de la nariz. Tampoco que, mientras los ojos están mirando la punta de la nariz, se deban concentrar los pensamientos en el medio amarillo. Adonde miran los ojos también se dirige el corazón. ¿Cómo va a poder dirigirse hacia arriba y hacia abajo al mismo tiempo? Todo eso significa confundir el dedo con el que uno señala la luna con la luna misma.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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