Este volver a la vida una y otra vez no puede ser evitado por el

hombre ordinario, porque Manas Inferior se encuentra aún atado al Deseo, que es en la actualidad el principio dominante y preponderante. Estando así influenciado por el Deseo, Manas es alucinado continuamente durante su encarnación, y al ser así engañado es inacapaz de impedir la acción sobre sí mismo de las fuerzas generadas durante la vida. Estas fuerzas son generadas por Manas, o sea, por los pensamientos generados en el período de vida. Cada pensamiento crea un enlace físico lo mismo que mental, con la clase de deseo en el cual tuvo su raíz. La vida entera está repleta de tales pensamientos, y cuando el período de reposo después de la muerte llega a su fin, Manas está enlazado a la tierra por innumerables hilos electro-magnéticos, por razón de los pensamientos generados durante la última vida y, por tanto, por el deseo, porque fue el deseo lo que le causó tantísimos pensamientos y la ignorancia de la verdadera naturaleza de las cosas. Una comprensión de esta doctrina, de que el hombre es realmente un pensador y hecho de pensamiento, clarificará todo lo demás relacionado con la encarnación y con la reencarnación. El cuerpo del hombre interno está hecho de pensamiento, y siendo esto así, claramente se deduce que si los pensamientos tienen más afinidad con la vida terrenal que con cualquier otra vida, un retorno aquí es inevitable.

William Judge . El Oceano de la Teosofia .

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