Al encontrarse la raíz de estas fuentes sacramentales en la piedra angular de nuestro templo,

llevamos dentro de nosotros el testimonio y el carácter vivo que debe hacer que nos respeten las naciones y el hombre nuevo puede decir, a imitación del reparador: «lo mismo que el padre tiene la vida dentro de él, le ha dado al hijo también la facultad de tener la vida dentro y poder para ejercer el juicio, porque es hijo del hombre...» Además, puede decir como el reparador: «no recibo el testimonio de un hombre... tengo un testimonio mu- cho mayor que el de Juan... y mi padre, que me ha enviado, ha dado testimo- nio de mí».

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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