Debéis ser libres para prosperar, libres para sentir, libres para luchar. Mi comida y mi
bebida no sirven para manteneros sanos. Si así fuese, mañana mismo quedaría salvado el mundo. Yo podría proveerme de los mejores manjares del mundo; pero vosotros debéis nutrir vuestra alma y darle las apropiadas condiciones, el adecuado ambiente, las convenientes eventualidades para capacitarla, para progresar y vivir magnamente. Cada uno de vosotros debe hallar, si ya no la ha hallado, su propia Voz, su propio rayo de sol; debéis tener esta agitación, esta ansiedad, esta aspiración. Cuando hayáis hallado la Voz, os aseguro que tanto os importará residir en un castillo como andar desnudos con el cuenco del mendicante, porque habréis hallado lo único por lo cual podréis vivir eternamente. Sólo entonces seréis capaces de lograr que otros sientan y vivan dichosamente.
Jiddu Krishnamurti . El Reino de la Felicidad .