No irá a llevar el fruto de esta decisión a los gentiles ni a los

pueblos de los samaritanos, porque estos pueblos son los representantes figurativos de los pueblos reservados para el juicio; sino que irá hacia los corderos perdidos de la Casa de Israel, a las regiones que hay alrededor de él y se han visto pertur- badas y desorientadas por las influencias del crimen, pero no han cerrado aún su corazón a la penitencia, y dirá a estos pueblos, para darles ánimos, que el reino del cielo está próximo, y en medio de ellos, con sus lágrimas, sus oracio- nes y sus trabajos, devolverá la salud a los enfermos; la vida, a los muertos; la libertad, a los que están sometidos a las cadenas del demonio. No escatimará nada para llenar toda su tierra de la abundancia de sus obras.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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