«La duda es algo precioso. Limpia, purifica la mente. El propio cuestionar, el hecho mismo
de que la semilla de la duda esté en uno, ayuda a clarificar nuestra investigación. No sólo dudar de lo que todos los demás han dicho incluyendo el concepto de la regeneración, y la creencia y el dogma cristianos de la resurrección, sino también la aceptación del mundo asiático de que existe una continuidad. Al dudar de todo eso, al cuestionarlo, hay cierta libertad que es indispensable para nuestra investigación. Si podemos descartar todo eso realmente, no sólo de manera verbal sino profundamente dentro de nosotros mismos, entonces no alimentamos ilusiones. Y es necesario estar libres de cualquier tipo de ilusión las ilusiones que otros nos han impuesto y las ilusiones que nosotros mismos nos hemos creado. Todas las ilusiones son cosas con las que jugamos; y si uno es serio, las ilusiones no tienen cabida en absoluto, ni tampoco la fe se introduce en todo esto.
Jiddu Krishnamurti . El Último Diario .