No te sorprenderás de que este hijo querido dé pruebas de privilegios tan grandes, si
piensas que, desde su nacimiento, no ha dejado de comer el verbo y que, por consiguiente, podrá hacer que lo coman, a su vez, todos los que presten oídos a sus palabras. No te sorprenderás de que te haga comerlo en abundancia, ya que este hijo querido será tú mismo y no tendrá más misión que la de convertir en ti todo lo que había dejado de ser tú.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .