Aun en el momento de la meditación, uno no parece ser capaz de percibir lo
verdadero; ¿tendría usted, pues, la bondad de decirnos qué es lo verdadero? Dejemos por el momento la cuestión de lo que es verdadero y consideremos primero qué es la meditación. Para mí, la meditación es algo por completo diferente de lo que los gurús de ustedes y los libros les han enseñado. Meditación es el proceso de comprender nuestra propia mente. Si no comprendemos nuestro propio pensar comprensión que implica conocernos a nosotros mismos- cualquier cosa que pensemos tiene muy poca significación. Sin las bases fundamentales del conocimiento propio, el pensar conduce a actividades nocivas. Cada pensamiento tiene un significado; y si la mente es incapaz de ver el significado, no sólo de uno o dos pensamientos sino de cada pensamiento a medida que surge, entonces el concentrarse meramente en una idea, una imagen o un conjunto de palabras en particular a lo cual generalmente se le llama “meditación” es una forma de autohipnosis. Por consiguiente, ¿están ustedes alertas al significado de cada pensamiento, de cada reacción que suelen tener cuando se encuentran sentados en silencio, o cuando hablan o juegan? Traten de hacerlo y verán lo difícil que es estar alertas a cada movimiento del propio pensar, porque los pensamientos se amontonan muy rápidamente unos sobre otros. Pero si ustedes quieren examinar cada pensamiento, si realmente desean ver lo que contiene, descubrirán que sus pensamientos van más despacio y que entonces pueden observarlos. Este aquietamiento del pensar y el examen de cada pensamiento es el proceso de la meditación; y si penetran en ello descubrirán que, al estar lúcidamente alertas a cada pensamiento, la mente de ustedes que es ahora un vasto depósito de inquietos pensamientos que chocan unos con otros- se queda muy tranquila, completamente silenciosa. Entonces no hay instintos ni compulsiones, ni hay miedo de ningún tipo; y, en esta quietud, se manifiesta lo que es verdadero. No existe un “yo” que experimente la verdad sino que, al estar la mente quieta y en silencio, la verdad se manifiesta en ella. En el momento en que hay un “yo”, está el experimentador, y el experimentador es meramente el resultado del pensamiento, sin el cual no tiene base alguna.
Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .