Es fácil poner de manifiesto el complejo originario de los herreros indonesios, eliminando las influencias
recientes hindúes (mantra, Brahma, zakti): mito de la descendencia divina y transmisión tradicional o escrita de las genealogías (una especie de poemas épicos en germen), carácter sagrado del oficio y ritos de iniciación; fraternidad mística con los soberanos y posición social privilegiada. La mayor parte de estas notas específicas han llamado nuestra atención en el complejo místico-ritual del forjador siberiano y central asiático. Subrayemos de paso la información concerniente a las genealogías escritas, que presuponen la existencia de una larga tradición oral. Ahora bien: conocer y recitar estas genealogías es hacer al mismo tiempo obra de sacerdote-chamán y de poeta. Las relaciones entre chamanes, héroes y herreros aparecen atestiguadas en la poesía épico y centroasiá-tica, y Karl Meuli, tras haber demostrado la estructura chamánica de ciertos temas épicos griegos, pone oportunamente de manifiesto la solidaridad existente entre el herrero y los héroes-chamanes en el Kaleivala finés3. Ciertos aspectos de esta simpatía entre el oficio de herrero y la poesía épica son aún perceptibles en nuestros días en el Cercano Oriente y la Europa oriental, donde los herreros y caldereros tziganos son generalmente genealogistas, bardos y cantores4. No podemos insistir aquí sobre este problema complejo y apasionante que nos ocupa por el momento y que exigiría largos y detallados estudios, pero conviene señalar que el herrero, por el carácter sagrado de su oficio, por las mitologías y genealogías de que es guardián, por su solidaridad con los chamanes y guerreros, ha sido llamado a ocupar un lugar en la creación y difusión de la poesía épica.
Mircea Eliade . Herreros y alquimistas .