Tiene la piedra pasiones bajo las potencias activa y auditiva, porque el afato la nombra
hacienda de ella unas veces sujeto y otras predicado: v.g.: diciendo, la piedra es coloreada; el zafiro es piedra, y por el acto de oírlo la potencia auditiva tiene también pasión en la piedra, y así la piedra en un mismo instante es dos veces pasiva, cuyas pasiones recoge la imaginación, y de ella el entendimiento, haciéndola por este medio inteligibles; en que se manifiesta que la piedra es paciente bajo el sentido de imaginación y el entendimiento.
Ramón Llul . El Libro Del Ascenso Y Descenso Del Entendimiento .