Iba a hablar sobre eso la próxima vez. ¿Qué valor tiene todo esto para la
sociedad? ¿De que sirven los pocos, uno o dos que comprendan esto? ¿Qué es la sociedad, y qué es lo que la sociedad quiere? Quiere posición, prestigio, dinero, sexualidad; su estructura misma se basa en la adquisividad, en la competencia, en el éxito. Si decís algo contra todo eso, no os quieren. No podéis evitarlo. Si algunas de estas llamadas personas espirituales, los sacerdotes y todos los demás, empezasen a hablar de no ser ambiciosos, de no tener ninguna guerra, ninguna violencia en absoluto, ¿creéis que tendrían seguidores? Nadie escucharía. Y estoy seguro de que no escucharéis lo que se está diciendo, porque vais a continuar vuestras propias vidas; vais a seguir por la senda de la ambición, la frustración y la seguridad, que es realmente el sendero de la muerte. Sacaréis trocitos de esto, para añadirlos a lo que ya conocéis. Aquello de que hablamos es algo enteramente distinto, algo realmente extraordinario en su belleza, en su profundidad. Pero para llegar a ello, para comprenderlo, para vivir con ello, se requiere enorme trabajo, el trabajo de ir hacia dentro, de desentrañar la mente inconsciente y la consciente, y el mundo que os rodea. O bien podéis ver todo ello en un relámpago, y eliminarlo. Ambas cosas requieren asombrosa energía.
Jiddu Krishnamurti . El Estado Creativo de la Mente .