La Teosofía es ese océano de conocimientos que se extiende desde una orilla de la

evolución de los seres conscientes a la otra; insondable en sus partes más profundas, ofrece a las mentes más eminentes la esfera de acción de mayor ámbito y alcance, y, sin embargo, poco profunda en sus orillas, no abrumará la comprensión de un niño. La Teosofía es sabiduría concerniente a Dios para aquéllos que creen que El está en todas las cosas y en todo, y sabiduría tocante a la naturaleza, para el hombre que acepta la declaración de la Biblia Cristiana de que Dios no puede ser medido ni descubierto y que las sombras envuelven su pabellón. Aunque el vocablo Teosofía contiene etimológicamente el término Dios, y a primera vista aparenta abarcar sólo la religión, no por ello descuida la ciencia, porque la Teosofía es la ciencia de las ciencias y por lo tanto ha sido llamada la Religión-Sabiduría. Puesto que ninguna ciencia es completa si excluye un solo aspecto de la naturaleza, ya sea visible o invisible, asimismo toda religión que dependiendo simplemente de una supuesta revelación se desvía de las cosas y las leyes que las gobiernan, no es sino una ilusión, un enemigo del progreso, un obstáculo en la marcha progresiva del hombre hacia la felicidad. Abarcando ambos, lo científico y lo religioso, la Teosofía es una religión científica y una ciencia religiosa. No es una creencia ni un dogma formulado o inventado por los hombres, sino un conocimiento de las leyes que gobiernan la evolución de los constituyentes físicos, astrales, psíquicos e intelectuales de la naturaleza y del hombre. La religión de hoy no es sino una serie de dogmas promulgados por los hombres y sin fundamento científico hacia los mismos principios éticos que ella enseña; mientras tanto nuestra ciencia hasta ahora ignora lo invisible y rehusando admitir la existencia en el hombre de una completa serie de facultades interiores de percepción, queda excluída del inmenso y verdadero campo de experiencia que yace dentro de los mundos visibles y tangibles. La Teosofía sabe que el todo está constituído por lo visible y lo invisible; y comprendiendo que las cosas y objetos externos son sólo transitorios, ésta percibe los hechos reales de la naturaleza, tanto externos como internos. Por tanto, la Teosofía es completa en sí misma y no percibe en ninguna parte misterio alguno sin solución; por ello elimina la palabra coincidencia de su vocabulario y proclama el reino de la ley en todas las cosas y en todas las circunstancias.

William Judge . El Oceano de la Teosofia .

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