La verdadera oración consiste en contemplar todas las cosas sagradas o aplicadas a los actos

de la vida diaria, acompañadas del vehemente y cordial deseo de que sea más intensa su influencia para enaltecer y mejorar nuestra conducta, y que se nos conceda algún con cimiento de ellas. Todos estos pensamientos deben entretejerse con el conocimiento de la suprema y divina Esencia de que dimanaron todas las cosas. La cultura espiritual se logra por medio de la concentración, que debe ejercitarse diariamente, utilizándola en todo momento. Se ha definido la meditación diciendo que es "el cese de todo activo pensamiento externo". Concentración es el enfoque de todo nuestro ser en determinado objeto. Por ejemplo, madre abnegada es la que ante todo y sobre todo vela por los intereses de sus hijos en todos sus aspectos, no la que piensa durante un día entero en una sola modalidad de los intereses filiales.

H.P. Blavatsky . Ocultismo Practico .

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