Cuando los enemigos que hay en ti traten de cogerte y crean que te han

vencido, después de haberte aprisionado en sus tinieblas para impedir que difundas la palabra de verdad en el templo, el ángel del señor abrirá, sin que ellos se den cuenta, la puerta de tu prisión y te dirá: Ve al templo y predica con ardor al pueblo todas estas palabras de esta doctrina de vida. Y tus enemigos, atónitos por no encontrarte en la prisión, temblarán de ira al ver que se difunde la palabra, a pesar de ellos.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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