Descartes, el padre de la filosofía occidental moderna, dice: «Pienso, luego existo.» Su propio sentido

es muy diferente porque no es un meditador, pero la afirmación es bella. Yo le doy un significado diferente. Sí, existo... solo si pienso. Si el pensamiento desaparece el yo también desaparece. «Pienso, luego existo»...; este «yo», este corazón autoconsciente, no es más que un continuo de pensamientos. No es realmente una entidad, es una falsa entidad, una ilusión. Es como cuando coges una antorcha con la mano; si empiezas a hacer girar la antorcha verás un círculo de fuego que no existe realmente. Pero la antorcha se mueve tan rápidamente que crea un círculo de fuego ilusorio, crea la ilusión de un círculo de fuego. No existe. Los pensamientos se mueven tan rápidamente que crean la idea de un «yo».

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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