Por ahí, sale pues de la multiplicidad; escapa, según las expresiones empleadas por la doctrina

Taoísta, a las vicisitudes de la «corriente de las formas», a la alternancia de los estados de «vida» y de «muerte», de «condensación» y de «disipación» , pasando de la circunferencia de la «rueda cósmica» a su centro, que es designado el mismo como «el vacío (lo no-manifestado) que une los radios y hace de ellos una rueda» . «El que ha llegado al maximun del vacío, dice también Lao-tseu , ese será fijado sólidamente en el reposo…Retornar a su raíz (es decir, al Principio a la vez origen primero y fin último de todos los seres), es entrar en el estado de reposo» . «La paz en el vacío, dice Lie-tseu, es un estado indefinible; uno no la toma ni no la da; uno llega a establecerse en ella» , Esta «paz en el vacío» es la «gran paz» (Es-Sakînah) del esoterismo musulmán , que es al mismo tiempo la «presencia divina» en el centro del ser, implicada por la unión con el Principio, que no puede efectivamente operarse más que en ese centro mismo. «Al que permanece en lo no-manifestado, todos los seres se manifiestan… Unido al Principio, está en armonía, por él, con todos los seres. Unido al Principio, conoce todo por las razones generales superiores, y ya no usa, por consiguiente, de sus diversos sentidos, para conocer en particular y en detalle. La verdadera razón de las cosas es invisible, inasible, indefinible, indeterminable. Solo, el espíritu restablecido en el estado de simplicidad perfecta puede alcanzarla en la contemplación profunda» .

Ariza Francisco . Apercepciones sobre el esoterismo islámico y el Taoísmo .

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