En lugar de permitir a la mente que se abandone a sus deseos, nos esforzaremos

en hacer valer nuestro derecho de dominio sobre ella. La mente no es el hombre; es el instrumento que el hombre debe aprender a manejar y no la debe abandonar ni autorizar para que permanezca inactiva por temor de que una forma de pensamiento errante se introduzca y la influya.

C. W. Leadbeater . El Pensamiento su Poder Y Su Empleo .

Índice