Como dijimos, el análisis implica tiempo. Y, ¿qué es el tiempo? El tiempo es un

movimiento tanto físico como psicológico. Físicamente, es un movimiento de aquí hacia allá; psicológicamente, es un movimiento desde “lo que es” hacia “lo que debería ser”, transformando “lo que es” a través de una ideología, lo cual implica un movimiento en el tiempo. ¿De acuerdo? Por favor, estamos compartiendo juntos este problema, no están meramente escuchándome a mí; estamos viajando juntos, investigando, descubriendo juntos qué es lo verdadero. No se trata de que ustedes acepten lo que dice quien les habla, eso no tiene ningún valor, ni verbalmente ni como realidad. Lo que tiene realidad es que nosotros, a través de la investigación, de la observación, de una muy cuidadosa percepción, compartamos lo que descubrimos por nosotros mismos. No tiene significación alguna escuchar meramente una serie de palabras, traducirlas a ideas y después poner estas ideas en acción. Estamos diciendo, pues, que el tiempo es movimiento. Físicamente, trasladarse de aquí hacia allá toma tiempo. Psicológicamente, también es un movimiento, es moverse desde “lo que es” cambiando hacia “lo que debería ser”. “Lo que es”, o sea, el producto del pasado, es un movimiento en el tiempo hacia el presente, y “lo que debería ser” es un movimiento dentro del futuro. La totalidad del movimiento es tiempo. ¿Correcto? Y el pensamiento siempre es un movimiento en el tiempo, porque el pensamiento es la respuesta de la memoria, que es el pasado, y se basa en el conocimiento, que es también el pasado, y conforme a ese conocimiento la memoria reacciona, lo cual es un movimiento. Por lo tanto, el pensar es un movimiento en el tiempo. Y el análisis es un movimiento en el tiempo, constituido por el pensamiento examinándose a sí mismo. Y nosotros estamos condicionados para analizar. Verán, si lo investigan profundamente, que ése es nuestro condicionamiento. Nunca vemos que la causa se convierte en el efecto y el efecto se vuelve la causa. Ese es un movimiento en el tiempo. El análisis no libera la mente, que es el resultado del tiempo. Me pregunto si ustedes ven esto. Es bastante simple si lo observan en sí mismos. Estoy enojado; analizo la causa y en el proceso del análisis llego a una conclusión, que es el efecto. Y esa conclusión se vuelve la causa del efecto siguiente. Todo eso es un movimiento del pensar que tiene lugar en el tiempo. El pensamiento es tiempo. Y el pensamiento ha creado este condicionamiento. Toda nuestra cultura es un resultado del pensamiento en la forma de sentimientos, reacciones físicas, etcétera. De modo que el análisis no puede resolver el condicionamiento de la mente humana. Espero que esto sea claro; no la exposición verbal sino la verdad de ello, el hecho real, no la afirmación o repetición de lo que se ha declarado: que el análisis no liberará la mente. Ello carece de valor. De modo que la mente, viendo la falsedad del análisis, descubre la verdad de que el análisis no la libera, o sea, que descubre la verdad en lo falso. Ahora bien, el análisis incluye no sólo la mente consciente sino también las capas profundas del inconsciente, que también son el resultado del tiempo. Esta división entre lo consciente y lo inconsciente es artificial. La conciencia es un todo. Podemos dividirla, podemos fragmentarla para someterla a un examen, pero es un movimiento total dentro del campo del tiempo. Y el inconsciente pierde su importancia cuando uno puede mirar la conciencia total con su contenido. ¿Comprenden? Nos miramos a nosotros mismos fragmentariamente. Nos miramos mediante la acción del pensamiento.

Jiddu Krishnamurti . Encuentro Con la Vida .

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