¿DE QUÉ PUEDE SERVIRTE EL ÉXITO? Ese hombre, Somerset Maugham, vivió en vano. Tuvo una
larga vida —noventa y un años—, y podría haber sido un hombre muy feliz, satisfecho, pero solo si el éxito pudiera proporcionarlo, si pudieran proporcionarlo las riquezas, una gran casa y los criados. En última instancia, el nombre y la fama carecen de importancia; lo único que cuenta a la hora de la verdad es cómo hayas vivido cada momento de tu vida. ¿Con alegría? ¿Como una fiesta? ¿Has sido feliz con las pequeñas cosas? Al darte un baño, tomar té, barrer el suelo, pasear por el jardín, plantar árboles, hablar con un amigo o mientras estabas sentado en silencio con la persona amada o mirando la luna o simplemente escuchando el canto de los pájaros, ¿eras feliz en esos momentos? ¿Fue cada uno de ellos un momento de transformación de felicidad luminosa? ¿Irradiaba alegría? Eso es lo que importa. Me preguntas si puedo ayudarte a hacer realidad tu deseo. No, en absoluto, porque ese deseo es tu enemigo y te destruirá. Y un día, cuando te topes con esa frase de la Biblia: «¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo si pierde su alma?», llorarás de frustración y dirás: «Y ya es demasiado tarde para cambiar. Demasiado tarde». Pero yo te digo que aún no es demasiado tarde, que puedes hacer algo, que puedes cambiar tu vida totalmente, desde las mismas raíces. Yo puedo ayudarte a realizar un cambio alquímico, pero no puedo garantizarlo en el sentido mundano. Yo garantizo el éxito en el mundo interior. Puedo hacerte rico, tan rico como cualquier Buda. Y solo los budas son ricos; quienes únicamente se rodean de cosas mundanas no son realmente ricos, sino pobres que se engañan a sí mismos y a otros, haciendo creer que son ricos. En el fondo son mendigos, no auténticos emperadores.
Osho . El libro del ego .