Si observamos los fenómenos de la vida, comprobamos que el ritmo y no la inmovilidad

es lo que caracteriza al principio vital. La estabilidad que muestra la existencia manifestada, es como la de un corredor en su bicicleta, en equilibrio entre dos posibles caídas; puede caer a derecha o a izquierda, pero por su habilidad la caída no se produce.

Dion Fortune . La Cabala Mistica .

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