Además, es así como se manifiestan en vosotros las substancias falsas que velan y encierran

esta misma substancia divina desde el pecado y así es como se prepara el juicio que pronunciaréis un día entre vuestro pueblo sobre los justos y sobre los injustos, sobre los buenos y sobre los malos. Pues sabéis que está escrito: «El que os reciba me recibe a mí y el que me recibe a mí recibe al que me ha enviado. El que reciba al profeta en calidad de profeta recibirá la recompensa del profeta; el que reciba al justo en calidad de justo recibirá la recompensa del justo y cualquiera que dé aunque sólo sea un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, como discípulos míos, yo os digo en verdad que no estará privado de su recompensa.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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