La vejez tiene sus propias cosas bellas, sus propios tesoros, de igual manera que la

juventud tiene sus propias cosas bellas y tesoros. Y ciertamente, los tesoros que encuentra una persona mayor son mucho más valiosos que los tesoros de la juventud, porque el anciano ha vivido su juventud. Ha conocido todo eso, ha visto eso, ha pasado por ello. Ha vivido la ilusión y ha conocido la desilusión de todo ello. Ahora es más sabio que nunca; se está volviendo inocente de nuevo. Cuando desaparece el sexo alcanzas un tipo de inocencia: te vuelves un niño de nuevo..., y un niño maduro.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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