Es siempre esta impermanencia la que ha hecho que el hombre buscara algo más allá

de las colinas y lo revistiera con permanencia, con divinidad, con belleza, con lo que él no posee en sí mismo. Pero esto no da respuesta a sus angustias, no mitiga sus males ni su dolor. Por el contrario, otorga nueva vida a su violencia y a sus crueldades. Sus dioses, sus utopías, su culto del Estado, no ponen fin a su sufrimiento.

Jiddu Krishnamurti . Encuentro Con la Vida .

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