Y es muy importante moverse más allá de las meras expresiones verbales porque, después de
todo, ¿qué es lo que todos nosotros queremos? Tanto si somos jóvenes o viejos, si somos inexpertos o estamos cargados de años, todos queremos ser felices, ¿no es así? Como estudiantes queremos ser felices jugando nuestros juegos, estudiando, haciendo todas las pequeñas cosas que nos gusta hacer. A medida que pasan los años, buscamos la felicidad en las posesiones, en el dinero, en tener una casa hermosa, una esposa o marido agradable, un buen empleo. Cuando estas cosas ya no nos satisfacen, nos movemos hacia algo diferente. Decimos: “Tengo que desapegarme y entonces seré feliz”. Y así empezamos a practicar el desapego. Dejamos a nuestra familia, renunciamos a nuestra propiedad y nos retiramos del mundo. O ingresamos en alguna sociedad religiosa pensando que seremos felices reuniéndonos y hablando acerca de la hermandad, siguiendo a un líder, a un gurú, a un maestro, un ideal, creyendo en lo que es esencialmente un autoengaño, una ilusión, una superstición.
Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .