Las palabras son incapaces de expresar la exquisita belleza y brillo de las combinaciones de

esa materia sutil, trémula de vida y de movimiento. Todos los videntes que lo atestiguan, indos, buddhistas, y cristianos hablan con éxtasis de su gloriosa belleza y confiesan que son incapaces de describirla. Parece que toda descripción, por hábiles que sean sus términos, no sirven sino para rebajarla.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

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