El Emperador no pudo conciliar el sueño en toda la noche. Muchas veces abandonó la

idea: "Este hombre parece estar loco. ¿Qué querrá decir cuando dice «Ven con tu mente; no te olvides»?" Pero ese hombre era tan encantador, tan carismático que no fue capaz de anular la cita. Como si un imán le estuviera atrayendo, a las cuatro en punto saltó de la cama y se dijo a sí mismo, "Pase lo que pase, he de ir. Este hombre tiene algo. Sus ojos dicen que tiene algo. Parece estar un poco loco, pero aún así he de ir a ver que ocurre".

Osho . Yoga: La Ciencia Del Alma Vol 1 .

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