¿Saben?, cuando uno se formula esta pregunta, son muchas las explicaciones que acuden a la
mente. Una explicación es que estamos muy ocupados con nosotros mismos. Luchamos para llegar a ser “alguien”, para alcanzar y mantener cierta posición; tenemos hijos y otras responsabilidades, y tenemos que ganarnos la subsistencia. Todas estas cosas externas pronto nos abruman y, en consecuencia, perdemos la alegría de vivir. Miren los rostros más viejos que los rodean, vean qué tristes son casi todos, qué llenos de ansiedad y más bien enfermos se los ve, qué retraídos, solitarios y a veces neuróticos, sin una sola sonrisa... ¿No se preguntan por qué? Y aun cuando sí se lo preguntan, casi todos parecen satisfacerse con meras explicaciones.
Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .