«Habéis tenido noticia del reparador, o sea, nuestro padre, y no podíais tener noticia de

Él de no ser por Él, ya que, hasta Él, estabais sin Dios en este mundo (Efesios, 2:12) ya que habíais venido a este mundo únicamente porque os habíais separado de Dios, y, si Él no se hubiese hecho hijo de Dios para enseñaros con estas palabras de consuelo y con su persona que el hombre es el hijo de Dios, os habríais olvidado para siempre de que Dios es vuestro padre. No habríais podido pronunciar este nombre que había que reconocer para abrir la puerta a vuestra reconciliación y hubieseis sido asimilados por el que ya no se acuerda de que ha llevado en otro tiempo el glorioso título de hijo de Dios».

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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