El amor, la meditación, el sueño: nada es total. En tu actividad, tampoco eres total

porque, si lo fueras, también llegaría un momento en que te perderías. Perderte se ha vuelto un problema: no puedes perderte, no puedes relajarte; tienes que hacer algo. Entras al jardín y cavas un pozo, pero no eres total. Si fueras total mientras cavas el pozo, te olvidarías por completo de ti mismo; la autoconciencia desaparecería. Eres autoconsciente, pero no tienes conciencia de tu propio ser. Eres consciente, pero hay un yo. Eres consciente de lo total: los árboles, los rayos de sol, las brisas que soplan, los pájaros que cantan, tu actividad, el cavado del pozo, la tierra que sale. Tienes conciencia de todo, salvo de tu ser. Si tomas conciencia de tu ser, en ese momento tendrás una sensación orgásmica. Es como el amor profundo, es como el sueño, es como la muerte. Saldrás totalmente diferente y renovado.

Osho . El Dios de todos .

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