El hombre viejo ha caído bajo el yugo de una muerte triple, que se conoce

como muerte del cuerpo, muerte del alma y muerte del espíritu, pero que, al haber tenido en su origen como causa y principio la muerte o abolición de sus títulos de pensamiento, palabra y obra del Eterno, debe considerarse bajo el nombre de la muerte de su ser Divino, que, en realidad, está hoy como enterra- do en un sepulcro, comparando su deplorable situación con el estado glorioso de que ha disfrutado. Por tanto, es preciso que el hombre nuevo tenga por misión procurar la triple resurrección, es decir, que rescate su pensamiento, su palabra y su obra de las regiones tenebrosas donde están esclavizadas, que contenga su pensamiento, su palabra y su obra al borde del abismo en el que el enemigo intenta precipitarlos todos los días, y que evite en lo sucesivo la muerte de su pensamiento, de su palabra y de su obra, en cualquier circunstancia en que el enemigo pueda amenazarlos.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

Índice