No le teman al descontento; aliméntenlo hasta que la chispa se convierta en una llama

y estén perpetuamente descontentos de todo de sus empleos, de sus familias, de la tradicional persecución del dinero, de la posición, del poder de modo que realmente comiencen a reflexionar sobre todo ello, a descubrir. Pero a medida que pasen los años, encontrarán que es muy difícil mantener este espíritu del descontento. Uno tiene hijos de los cuales encargarse, y debe considerar las exigencias de su empleo; está la opinión de nuestros semejantes, de la sociedad que establece un cerco alrededor de nosotros, y pronto comenzamos a perder esta llama ardiente del descontento. Cuando nos sentimos descontentos, encendemos la radio, acudimos a un gurú, practicamos puja, ingresamos a un club, bebemos, corremos tras las mujeres cualquier cosa para ahogar la llama. Pero sin esta llama del descontento, jamás tendrán ustedes la iniciativa que es el principio de la creatividad. Para descubrir lo que es verdadero, deben ustedes rebelarse contra el orden establecido; pero cuanto más dinero poseen sus padres, y cuanto más seguros están los maestros en sus empleos, tanto menos desean que ustedes se rebelen.

Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .

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