Me he reído mucho, a carcajadas, durante mis visitas a los estudiantes, que tienen tanto

deseo de que me les haga visible, cuando todavía algunos de ellos, al más mínimo movimiento no usual, retienen el aliento por miedo a que yo actúe. Es jocoso observar que a pesar de que la actividad externa del yo desea tanto algo, al mismo tiempo experimenta toda clase de sensaciones espeluznantes. Pero, amado mío, yo te digo esto: «No puedo aparecerme tan horroroso como ustedes piensan, así que por lo menos confíen en que tendré una forma o apariencia agradable y al mismo tiempo, para beneficio de las amadas hermanas, haré todo lo posible por traer conmigo un ramo de rosas».

Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .

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