Las continuas luchas en cuyo seno el aspirante se halla envuelto, desarrollan gradualmente en él
la quinta cualidad atributiva: la fe. La fe en su Maestro y la fe en sí mismo, una confianza serena y firme que nada pueden conmover. Aprende a confiar en al sabiduría, en el amor y en el poder de su Maestro, y comienza a sentir –no ya sólo a afirmar verbalmente—al Dios que reside en su corazón y que debe extender poco a poco su imperio sobre todas las cosas.
Annie Besant . La sabiduría antigua .