Los espíritus de la naturaleza que presiden la construcción del cuerpo astral animal y humano

han recibido el nombre especial de elementales del deseo (I) (Se les llama kamadevas, dioses del deseo) Porque están poderosamente animados por deseos de toda clase que introducen continuamente en la constitución de los cuerpos astrales del hombre y de los animales, las variedades de esencia elemental análogas a las de que su propia forma está compuesta, de suerte que esos cuerpos adquieren, como parte integrante de su estructura, los centros sensoriales y las diversas actividades pasionales. Esos centros se excitan a la actividad por los impulsos que reciben de los órganos físicos densos y se trasmiten a través de los órganos físicos etéreos hasta el cuerpo astral, y mientras los centros astrales no son atacados, el animal no experimenta ni placer ni dolor.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

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