Es posible que se encuentren en el hombre nuevo Judíos que le pregunten, como hicieron
al reparador en otro tiempo los doctores de la ley y los fariseos: ¿Por qué violan tus discípulos la tradición de los ancianos? pues no se lavan las manos cuando van a comer. Cuando no son capaces de elevarse a estas sublimes regiones del espíritu que lo explican todo, les hará caer en la confu- sión reprochándoles su propia conducta en asuntos de la máxima importancia y les dirá: «¿y por qué violáis vosotros el mandamiento de Dios por seguir la tradición? Pues Dios ha hecho este mandamiento honrad a vuestro padre y a vuestra madre y este otro el que ofenda de palabra a su padre o a su madre será castigado con la muerte. Sin embargo, decís: el que diga a su padre o a su madre cualquier don que hago a Dios os es útil, satisface la ley, pero, si des- pués no honra ni atiende a su padre o a su madre, se inutiliza el mandamiento de Dios con vuestra tradición. Sois hipócritas, como profetizó Isaías cuando decía: este pueblo está cerca de mis palabras y me honra con los labios; pero su corazón está muy lejos de mí... toda planta que no haya sido plantada por mi padre que está en el cielo será arrancada».
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .